Hace 100 años, un 4 de noviembre de 1924, fallece en París Gabriel Fauré, el más refinado de los compositores del romanticismo francés, autor de una obra de un notable equilibrio compositivo dentro de la cual se destacan, en particular, sus centenares de canciones. Escuchemos entonces por la soprano Sabine Devieilhe y el pianista Alexandre Tharaud, la canción 'Après un rêve' (Después de un sueño).
Además, un 4 de noviembre de los siguientes años
1783 en Linz, Austria, Mozart estrena una nueva sinfonía, la Nº36, en Do mayor, K.425 y que, precisamente, será recordada como la Sinfonía Linz.
1847 a los 38 años, en Leipzig, muere Felix Mendelssohn, compositor esencial del primer romanticismo, además, notable director de orquesta y responsable del renacimiento de Johann Sebastian Bach con el reestreno de La pasión según San Mateo, emprendimiento que llevó a cabo cuando sólo contaba con 19 años.
1876 a los 42, Brahms que, hasta ese momento se había mostrado temeroso de su capacidad en el ámbito de la sinfonía, comienza un camino glorioso y estrena, en Karlsruhe, su Sinfonía Nº1.
1883 en París, Emmanuel Chabrier estrena el poema sinfónico España, que habría de ser, en definitiva, su obra más conocida.
1890 completada por Nicolai Rimsky-Korsakov, en San Petersburgo, se estrena El Príncipe Igor¸ la ópera que Alexander Borodin había dejado inconclusa cuando falleció en 1887.
1908 en Viena, un compositor joven y desconocido llamado Anton Webern da a conocer su primera obra, una bellísima Passacaglia para orquesta.
1948 Arnold Schönberg le pone sonidos a los horrores del Holocausto y estrena, en Albuquerque, Un sobreviviente de Varsovia.
1957 en Grigny, muere Joseph Canteloube, compositor, investigador y poeta, recordado por su muy bella y atractiva colección de canciones folclóricas de la región de Auvergne.